EL CÁLCULO DEL VALOR DE LA EMPRESA.

La capacidad de una empresa para obtener un crecimiento sostenible en el tiempo, depende del producto o servicio que ofrece, de la situación competitiva de su mercado real y, de la forma en que está organizada y gestionada para enfrentarse a al mercado.

Entender el negocio de la empresa y situarlo en su mercado es lo fundamental, no obstante, necesitamos calcular un valor para conocer si el precio al que podemos comprar nos dará el rendimiento que deseamos.

El rendimiento de una inversión lo obtendremos en función del precio que pagamos y del valor que la empresa sea capaz de crear en el futuro.

El precio es una “tarifa” que viene dada por la cotización en bolsa y podemos aceptarlo o no.

Para calcular el valor de la empresa, podemos utilizar el PER y la capacidad de crecimiento de la empresa.

No obstante, no debemos utilizar el PER calculado sobre los resultados del año anterior. Si utilizamos el PER sobre los resultados del año siguiente, estaremos introduciendo en el cálculo del valor, la capacidad de crecimiento de la empresa.

https://josemanueldurba.com/informes/category/una-interpretacion-sobre-las-cotizaciones-en-bolsa/

 

El precio pagado y los resultados futuros, determinarán la rentabilidad de nuestra inversión.

Si la empresa tiene un buen crecimiento, los resultados aumentarán a un buen ritmo y se podrá pagar un precio mayor. Si el crecimiento es bajo deberemos pagar menos porque el rendimiento aumentará menos.

El PER (futuro) nos relaciona los resultados futuros y el precio pagado, por lo que, a la inversa, nos dará la rentabilidad que podemos obtener con la inversión.

Si esa rentabilidad cumple nuestras expectativas, tendremos el valor de referencia para saber si nos interesa invertir o no.

https://josemanueldurba.com/informes/category/invirtiendo-en-empresas-a-largo-plazo-combinando-la-tasa-de-crecimiento-y-el-per-2/

 

Conforme nos alejamos en el tiempo, es más difícil calcular los resultados que obtendrá la empresa, de hecho, es imposible. Por eso, deberemos basar los cálculos en los resultados para el año siguiente y hacer correcciones y/o matizaciones, teniendo en cuenta lo que podría esperarse de la empresa para el resto de años.

Los resultados del año siguiente se pueden calcular con una buena aproximación, pero a dos años vista solo podremos hacer una estimación y si ya nos vamos a calcular los resultados de tres o más años, tendremos que hacer elucubraciones.

No obstante la dificultad de poder calcular los resultados de dos o más años, el método más utilizado y el que se considera más adecuado es el que se basa en el descuento de flujos a perpetuidad traídos al presente aplicando una tasa de descuento (DCF).

Al ser el DCF el método más utilizado, hay que conocerlo y aplicarlo, aunque solo sea para saber lo que piensa la mayoría del mercado pues, la cotización siempre depende de lo que piense la mayoría. También es útil para matizar los resultados obtenidos con el PER y la capacidad de crecimiento.

El DCF es un método al que no le encuentro la lógica al basar los cálculos en los flujos a perpetuidad que, se supone, obtendrá la empresa. Si no podemos saber lo que ocurrirá mañana, no sé cómo podemos saber los flujos que obtendrá la empresa en toda su existencia.

https://josemanueldurba.com/informes/category/filosofia-de-inversion-publicados-en-2018/

 

No obstante, con la experiencia, he podido comprobar que normalmente se obtienen valores similares, tanto si utilizamos el método DCF como si utilizamos el PER combinado con la capacidad de crecimiento de la empresa.

Si hay diferencias entre ambas formas de valorar, es conveniente analizar el motivo porque, es muy probable que nos encontremos con alguna sorpresa y podamos descubrir alguna ventaja o característica diferencial de la empresa analizada.