Repsol. Año 2023 y previsiones para 2024
- Los ingresos de Repsol descienden -21,6%, el EBIT un -26,7% y el resultado neto -25,5%. El año 2022 fue excepcionalmente bueno y en 2023 está volviendo a su “normalidad” aunque, es muy probable que todavía quede recorrido a la baja.
- La realidad actual es que Repsol depende del mismo negocio de siempre al que se han incorporado “nuevos negocios” que, de momento son poco relevantes y requieren grandes inversiones.
- Los nuevos negocios, son ya antiguos en otras empresas especializadas y Repsol entra como un nuevo operador sin aportar nada nuevo. La realidad es que los “nuevos negocios” aportan márgenes menores.
- El negocio relacionado con el crudo, tiene mucha vida y Repsol tiene recorrido con su negocio tradicional.
- No entiendo porque aumentan el dividendo, en un momento en que se están comprometiendo a grandes inversiones.
- Para el año 2024 espero una reducción del resultado del 20% que llevaría el BPA a 1,94€/Acc al que aplicando PER 8 por el descenso y por ajuste a flujos, llevaría el precio objetivo a 15,5€/Acc similar al obtenido por DCF. No obstante, espero que durante el año 2024 el precio corregirá a la baja.
La cifra de ingresos alcanzó los 58.948M€ después de un año 2022 en el que obtuvo 75.153M€. En 2018-2019 los ingresos eran de 49-50.000M€.
El margen EBIT s/Ingresos es de 7,3% mientras en 2022 fue de 7,8% y en años anteriores a la pandemia estaba en el entorno del 5-6%.
El beneficio neto s/Ingresos ha sido del 5,4% mientras en 2022 fue del 5,7% y en años anteriores estaba en el entorno del 3,5-4%
La deuda bruta asciende a 11.501M€ con un 85% a tipo fijo y un coste medio del 2,61%. En el año 2022 el coste medio alcanzó el 1,93%.
La deuda Neta asciende a 5.971M€ aunque Repsol calcula una deuda neta de 2.096M€ porque cuenta como caja 3.878M€ que son depósitos a plazo que se registran en “otros activos financieros corrientes” que no cumplen con la normativa para ser clasificados como equivalentes a efectivo, por lo tanto, no deben ser incluidos en el cálculo de la deuda neta.
Las necesidades operativas de fondos han sido algo menores (-580M€) que el año anterior y el excedente de tesorería, es de 4.067M€ lo que significa que ha sido -451M€ menos, a consecuencia de que el fondo de maniobra es menor en 1.031M€.
Una buena generación de flujos de explotación por importe de 6.511M€, muy superior al resultado (3.168M€) más la amortización (2.436M€) genera un flujo libre de caja de 1,83€/Acc frente a un BPA de 2,5€/Acc condicionado por el fuerte volumen de inversiones realizadas que suponen 1,8 veces la amortización.
Repsol quiere ser una energética con presencia en todas las energías de bajas emisiones de carbono, para eso debe hacer una transición desde el petróleo y esto requiere un gran esfuerzo inversor. Los nuevos negocios en los que está entrando necesitarán su tiempo de maduración que deberán ser financiados con los antiguos, al tiempo que los antiguos deberán seguir estando mantenidos para que sigan siendo rentables.
La evolución requiere sacrificios y el momento vivido últimamente, con grandes resultados y una buena generación de efectivo, no será eterno.
El entorno regulatorio debería favorecer la estrategia de Repsol. No obstante, el negocio relacionado con el petróleo sufrirá menos cambios de lo que parace si nos creemos las previsiones de la AIE que señalan una cuota del petroleo para 2050 en el conjunto de la de energía que se utilizará en este año del 26% (en 202 fue del 30%) teniendo en cuenta que el consumo de energía en 2050 será un 15% superior al de 2022, la posible reducción del negocio relacionado con el crudo no será tanto como parace.
En cualquier caso, la estrategia de Repsol ya está lanzada y para ello han ajustado los segmentos de negocio a los objetivos.
La “Exploración y Producción” representa el 12,3% del negocio y en 2023 ha obtenido un margen de explotación del 38,8%. A pesar de un aumento del 9% en la producción, el resultado de explotación se ha reducido un -48,5% por una caída de los precios del crudo del -17% y del gas del -48%. No obstante, representa el 40,5% del EBIT total. El margen de Beneficio Neto s/ ingresos del segmento 23,5%
“Industrial” aporta el 76% del negocio total. La caída de ingresos ha sido del -24,5% y el EBIT se ha reducido un -16%, no obstante, aporta el 50% del EBIT total de Repsol. El refino ha reducido sus resultados a consecuencia de una reducción de márgenes. Química ha tenido resultados negativos y en Trading de gas los resultados han sido algo mejores que el año anterior. El margen de Beneficio Neto s/ ingresos del segmento 5,9%
“Cliente” aporta el 44,4% del negocio y el 11,3% del resultado de explotación. Los ingresos han descendido -17%, pero el resultado de explotación mejora +45,2% y aporta el 11% al total del grupo. La venta de combustibles y lubricantes han mejorado resultados y, en este segmento, se suma a los clientes de electricidad y gas en los que también han mejorado los resultados por menores precios de aprovisionamientos. El margen de Beneficio Neto s/ ingresos del segmento 2,2%
Al estar sumados ambos tipos de clientes, la evolución y márgenes quedan difuminados, aunque es evidente que, si quiere conseguir más clientes de electricidad y gas, tendrá que cobrar menos que la competencia por la energía suministrada pues, todos venden energía del mismo cable y la competencia es en precio.
“Generación Baja en Carbono” es un nuevo segmento que se incorpora y aporta el 1,6% de los ingresos totales de Repsol y el 1,8% del resultado de explotación. Respecto al año 2022 los ingresos se reducen -50,5% y el resultado de explotación -45,3%. En renovables el resultado ha sido mayor por una mayor producción impulsada por la incorporación de nuevos proyectos solares y fotovoltaicos. En ciclos combinados ha habido menor producción y menores precios por lo que el conjunto ha tenido peor desempeño. El margen de Beneficio Neto s/ ingresos del segmento 7,5%
Los porcentajes sobre el total se ajustan con la “Corporación”.
Como vemos en los segmentos, la realidad actual es que Repsol depende del mismo negocio de siempre al que se han incorporado nuevos negocios que, de momento son poco relevantes y requieren grandes inversiones.
Los nuevos negocios, son ya antiguos en otras empresas especializadas en los mismos y Repsol entra como un nuevo operador sin aportar nada nuevo. Podría haber sinergias al aprovechar la infraestructura y su prestigio que podría dar confianza a nuevos clientes, pero es una ventaja supuesta y limitada. La realidad es que los “nuevos negocios” aportan márgenes menores.
El negocio relacionado con el crudo, tiene mucha vida todavía y Repsol tiene recorrido con su negocio tradicional y de momento no creo que deba tenerse en cuenta como algo positivo la entrada en lo que Repsol llama “nuevos negocios”, pero la realidad es que quiere entrar en mercados en los que ya hay una competencia enorme y se trabaja con márgenes bajos.
El año 2024 será la continuidad del año 2023 con ajustes hacia los niveles que tenía en circunstancias “normales” de antes de la pandemia. La situación se verá agravada por fuertes inversiones los “nuevos negocios” aunque Repsol quiere hacerse atractivo para los accionistas aumentando el dividendo que sería de 0,90€ en 2024 y aumentaría en los años sucesivos, según cómo evolucionen los negocios.
No entiendo muy bien porque aumentan el dividendo, en un momento en que se están comprometiendo a grandes inversiones.
Para el año 2024 espero una reducción del resultado del 20% que llevaría el BPA a 1,94€/Acc al que aplicando PER 8 por el descenso y por ajuste a flujos, llevaría el precio objetivo a 15,5€/Acc similar al obtenido por DCF.
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