Bankinter: Estudio base

  • Bankinter tenía poco que sanear por los efectos de la crisis. En 2013 comenzó a reducir costes de saneamiento, anticipándose al resto de bancos, está circunstancia provocó hasta 2015 un aumento enorme en sus resultados y en su cotización.
  • Una vez agotada esta fuente de crecimiento, no puede crecer mucho más de lo que crezca la economía en su zona de influencia.
  • Bankinter tenía exprimidos al máximo sus recursos, para obtener crecimiento en su rentabilidad, necesitaba aumentar su base de clientes. Con la compra en Portugal lo consigue, pero es evidente que necesita más tiempo.

Bankinter es un banco que ha vivido la crisis, en parte, de forma diferente al resto de bancos. Como todos, ha aumentado los fondos propios, en su caso multiplicandolos por 2,3 y en esa misma proporción ha aumentado el número de acciones. Han sido requisitos exigidos por el regulador que, en realidad, solo han servido para diluir al accionista pues, prácticamente todos los bancos, se han saneado con cargo a sus propios resultados, sin necesidad de recurrir al capital aumentado.

A diferencia del resto de bancos, Bankinter no tenía mucho que sanear, motivo por el cual, desde 2013 inició la reducción de los costes por deterioro que al sumarse a la mejora de la situación económica, los beneficios aumentaron mucho más que en el resto de bancos. Llegando a obtener crecimientos medios anuales superiores, hasta el 2015, por encima del 45%. De rebote, la cotización respondió con PERs de entre 15-20, mientras el resto de bancos estaban en PER 10 o menos, pero ahora mismo, mientras muchos bancos tienen pendiente la reducción de costes por saneamientos que les puede llevar a doblar los beneficios, Bankinter, ese recorrido ya lo ha hecho.

Bankinter es un banco muy rentable pero, especialmente en los bancos, mas beneficio equivale a asumir más riesgo. Su negocio normal lo tenía muy explotado y difícilmente podía crecer más, no obstante, la compra en Portugal a Barclays que consolida desde el 1/4/2016, le ha permitido aumentar su base de clientes y le ha proporcionado la capacidad para crecer que le faltaba. Ahora falta materializar esa capacidad.

En el año 2016 daba la sensación de que seguía con la misma tónica de crecimiento al obtener un crecimiento del resultado del 30% sobre los obtenidos en 2015 (490,1M€ contra 375,9M€ en 2015) y parecía extraño que hubiera conseguido rentabilizar tanto y tan rápido la adquisición en Portugal.

Bankinter contabilizó en 2016 un beneficio extraordinario por importe de 145,1M€ que, de no haberlo hecho, el Beneficio Neto hubiera sido de 382M€, en vez de los 490M€ y el aumento del resultado (incluyendo la aportación de Portugal) hubiera sido solamente del 1,6% superior al de 2015, en vez del 30%.

Para un inversor, es importante saber si los beneficios son extraordinarios para separarlos de los ordinarios que, como su nombre indica, se producen una vez y no volverán a producirse. Los 145,1M€ son un fondo de comercio negativo, consecuencia de la compra a Barclays en Portugal y solo se trata de un apunte contable. Cuando una empresa compra otra empresa, si paga menos que su valor contable, se origina un fondo de comercio negativo que afecta positivamente al resultado, es decir que, lo que hace la contabilidad es permitir que la empresa obtenga un beneficio en el momento de la compra y eso, aunque no tiene ningún sentido económico, es correcto desde el punto de vista contable, en cualquier caso el aumento del resultado habido en 2016 ya fue por extraordinarios y no consecuencia del negocio del propio banco.

En 2017, una vez ya pasados los efectos de la reducción de costes de deterioros y los extraordinarios que tuvo en 2016, a pesar de que en 2017 está consolidando todo el año el negocio comprado a Barclays en Portugal (un trimestre más que en 2016) los resultados hasta el 3T 2017 descienden respecto al 3T 2016 un -6%.

Bankinter tiene el negocio estructurado de forma algo diferente al resto de bancos, el negocio procede del Margen de Intereses en un 55-57%, de las comisiones en un 20-22%, un 4% de las operaciones financieras y un 18-19% de los seguros (Línea Directa).

El margen de intereses, en el 3T 2017 ha aumentado un 10,8%, las comisiones un 14,2%, las operaciones financieras han descendido un -11,2%, el margen de los seguros aumenta un 11,8% y con esto llegamos al Margen Bruto con un aumento del 9,8% en los nueve meses transcurridos de 2017.

Sin embargo los gastos de administración, como consecuencia de la incorporación del negocio en Portugal han aumentado un 7,4%, lo que lleva al índice de eficiencia, calculado de forma similar al resto de bancos, al 50,5%, cuando en 2015, cuando no había incorporado esta banco, obtenía el 48,5%. No obstante al cierre de 2016 la eficiencia estaba en 52,5%. Es evidente que, después de cinco trimestres, todavía no ha digerido la compra en Portugal, aunque también es evidente que va mejorando y tiene margen de mejora.

 

Bankinter está asumiendo mucho riesgo para explotar todos sus recursos al máximo. Bankinter trabaja al 100% en la zona euro y en consecuencia le afectan los tipos negativos en todo su negocio. Sin embargo los márgenes que obtiene, considerando los ingresos por intereses respecto a los gastos por el mismo concepto, supera el 80%. Esta elevada rentabilidad la obtiene asumiendo unos riesgos de liquidez mayores que los del resto de bancos, de forma que financia créditos a largo plazo, con recursos a la vista y además los colchones de liquidez que utiliza son menores que los de la mayoría de bancos españoles.

Es cierto que estos recursos a la vista suelen ser permanentes y los saldos en cuenta corriente se mantienen en el tiempo, pero el cliente no tiene una relación contractual y podría retirarlos en cualquier momento si se dieran circunstancias adversas y eso podría ser mortal para el banco. Por otra parte, al tener plazos de financiación menores que los de inversión, necesita renovar las fuentes actuales (u obtener nuevas) para poder mantener las inversiones que tiene y en este caso, tampoco existe ninguna obligación contractual con los clientes que les obligue a renovar sus depósitos en el banco.

Bankinter tiene una estructura de financiación en 2016 de forma que, el 65% de los recursos son depósitos de clientes remunerados al 0,22% (en 2015 eran un 54% remunerados al 0,48%), el 15% es deuda emitida remunerada al 0,85% (en 2015 suponía un 20% al 1,3%) los préstamos de otros bancos tienen un peso relativo del 10% y han sido remunerados al 1,8% (en 2015 tenían el mismo peso y se remuneraron al 1,4%). El 10% restante son fondos propios y otros.

La estructura de inversión en 2016, similar a la de 2015 se conforma en un 77% con los créditos a clientes por los que cobra un 2,1% (en 2015 el tipo fue del 2,35%), el 2% depósitos en bancos al 0,15% (en 2015: 0,1%) y un 20% invertido en renta fija al 2,8% (en 2015: 3,3%).

Los tipos medios de inversión han sido de 1,99% en 2016 (2,14% en 2015) y los de financiación han sido del 0,39% (en 2015 0,62%), lo cual hace que obtenga un diferencial en 2016 de 1,60%, mientras en 2015 fue del 1,52%.

Bankinter exprime al máximo todos sus recursos y en consecuencia están muy tensionados, por ello, si el banco se modera (por voluntad propia o ajena) en la forma de gestionar los recursos y las inversiones, reducirá el riesgo que está asumiendo ahora mismo, pero su rentabilidad y capacidad de crecer quedará afectada y eso influirá en su valoración.

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