LOS BANCOS ESPAÑOLES DESPUES DE LA CRISIS DEL 2008 Y LA APLICACIÓN DE BASILEA III
La aplicación de Basilea III ha supuesto la toma de control de los bancos por parte del BCE.
Las ampliaciones de capital y el aumento del número de acciones han destrozado su rentabilidad.
Al estar obligados a mantener el doble de capital del que necesita su negocio, su rentabilidad se ha visto reducida a la mitad.
El tiempo dirá si son capaces de recuperar la rentabilidad perdida a base de reducir costes, despidiendo personal y cerrando sucursales. Mientras tanto su cotización estará penalizada.
Los bancos no necesitaban más capital. No han utilizado, para su negocio, ni un solo euro del capital ampliado y llevan siglos enfrentándose a todas las crisis habidas y las han superado todas con el capital que tenían.
Los bancos no han necesitado el apoyo del estado para recuperarse de la crisis. En cambio, el capital procedente de las ampliaciones se ha utilizado para rescatar gran parte de las cajas de Ahorros y para comprar deuda pública, contribuyendo a la reducción de la prima de riesgo y a que los tipos fueran negativos, provocando un menor coste de la deuda del estado y evitando la necesidad de hacer recortes sociales.
A consecuencia de Basilea III la mitad del patrimonio de los bancos no responde a las necesidades del propio negocio. Los criterios de gestión están condicionados por los criterios políticos que aplica el BCE.
Los bancos han perdido el control de su negocio.